viernes, 20 de noviembre de 2009

Suc poètic

Pi ti mi ni, lo malo
si breve
malito.


Pi ti mi ni, lo bueno
si breve
bonito.


Pi ti mi ni, los niños
ganan puntos de apoyo
cuando crecen.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Martin Heidegger

En un volumen editado por Tecnos hoy he leído la entrevista que Der Spiegel hizo a Martín Heidegger. Publicada póstumamente, pues el filósofo lo impuso como condición expresa para el diálogo, en ella el periodísta trata sin conseguirlo de que Heidegger se justifique por su colaboracionismo durante los primeros años del régimen nazi. Mucho más interesante es la segunda parte del diálogo. La descripción de la técnica, entendida ya no como instrumento sino como fin que despoja al hombre de su esencia, ocupó los últimos años del pensamiento de Heidegger, y, justo es decirlo, no he leído en ningún filósofo posterior una descripción tan lúcida, premonitoria, descarnada y huérfana de asideros. Es muy reveladora la insistencia del periodista, en que Heidegger ofrezca recetas, eleve denuncias, y, en definitiva, que trivialice su pensamiento y lo instrumentalice, algo a lo que el filósofo se niega volviendo una y otra vez a sus zapatos con rigor y elegancia revelando de paso quien es el perfecto el representante de la actitud del hombre en ese mundo venidero que tanto le preocupa .

Transcribo un párrafo del diálogo y dos de sus últimos libros:

Spiegel: Sin embargo se podría objetar de manera completamente ingenua: todo funciona. Cada vez se produce con mayor destreza, los hombres en el mundo tecnificado están bien atendidos

Heidegger: Todo funciona. Esto es precisamente lo inhóspito que todo funciona y que el funcionamiento lleva a más funcionamiento y que la técnica arranca al hombre de su esencia y lo desarraiga. No sé si Vd vio las fotos de la tierra desde la luna. No necesitamos bombas atómicas, el desarraigo del hombre ya es un hecho. Sólo quedan puras relaciones técnicas (…) (Entrevista a Der Spiegel)

El hombre de la era técnica, de un modo especialmente llamativo se encuentra bajo la provocación de hacer salir lo oculto. Esto concierne ante todo a la naturaleza entendida como el almacén principal de existencias de energía. En correspondencia con ello, la conducta solicitante del hombre se muestra ante todo en el florecimiento de las ciencias exactas de la época moderna. Su modo de representar persigue a la naturaleza como una trama calculable. Por eso la física de la época moderna no es física experimental, al contrario: como la física –y ello porque es ya pura teoría- emplaza a la naturaleza a presentarse como una trama de fuerzas calculable de antemano, por esto se solicita el experimento, a saber, para preguntar si se anuncia, y como se anuncia la naturaleza a la que se ha emplazado de este modo. (La pregunta por la técnica)

Lo mortal no es la tan cacareada bomba atómica en su calidad de maquinaria especial de matanza. Lo que el tiempo amenaza ya al hombre con la muerte, y en particular con la de su esencia, es lo absoluto del mero querer en el sentido de deliberado imponerse en todo. (Sendas perdidas)