domingo, 26 de diciembre de 2010
domingo, 12 de diciembre de 2010
Quien se muerde la cola puede acabar por engullirse entero, una situación ridícula además de tóxica y preocupante si no te preocupa
lunes, 6 de diciembre de 2010
Resbalón
Más allá de lo que dice, o de cómo lo dice, muchas veces, lo que engrandece a un escritor es lo que calla. Los mayores efectos suelen lograrse con los mínimos medios. Me refiero a lirismo, sensibilidad, a cualidades que tienen más relación con la vergüenza o el respeto hacia los personajes que con la inteligencia. A lo que Salinger administra de modo magistral en sus relatos. Porque hay que saber administrarlo. Crear tensión. También cualidades menos comunes que la inteligencia y seguramente más enfermizas. Por su aparente facilidad, muy tentadoras de imitar por una legión de escritores que siempre acaba por despeñarse en un minimalismo vacío y carente de tensión. O en fragmentos dislocados. Todos (salvo los tontos) somos más o menos conscientes de los límites de nuestra inteligencia, pero solemos pensar que el respeto y la sensibilidad están al alcance de cualquiera. Ayer bananas. Hoy plátanos. Cosas que resbalan si se las pisa. El peligro de alargar una frase.