No pienses en el Che,
piensa en el Chino y el Willy:
esos dos que lo acompañaron hasta el final
(los fotógrafos pasaban por sobre sus cuerpos)
-alfombras, bultos-
para fotografiar al cristo
de Caravaggio o Zurbarán); piensa
en los recogedores de pelotas en el tenis;
en la lozana noviciatura de todo primer poema;
en quienes no tienen militancia,
en quienes pasan el año nuevo
en un Cyber café peruano.
(Germán Carrasco)
lunes, 22 de julio de 2019
domingo, 26 de mayo de 2019
Recíbeme
"A lo largo de estas páginas he hablado varias veces del Espíritu. Debo subrrayar que, en materia religiosa, es en lo único que creo a pies juntillas -si se me permite la expresión. Pero no sabría definirlo, ni siquiera intentarlo. Apenas quiero rozar el tema para que se sepa que cuando hablo del Espíritu estoy diciendo algo y no haciendo una de mis habituales humoradas. Creo, desde luego, en mi propio espíritu -por más oculto y ennegrecido que se encuentre hoy-; creo, también, en el espíritu de toda cosa, viviente o no; creo que el Espíritu, con mayúscula, se mueve organizando ciertas cosas. En esto creo, y no por haberlo leído ni por una forma de fe que me hayan inculcado, sino por conclusiones que he sacado de mi propia experiencia y por lo que he escuchado de varias experiencias ajenas.
Pienso que ese Espíritu es una fuerza poderosa, nada mecánica, pero sí sujeta a ciertas leyes, y que una de esas leyes, le impide meterse demasiado en los asuntos de la gente; es un quien tiene que ir hacia Él, y cuando uno va hacia Él lo encuentra con total facilidad. Pero, por desgracia, resulta muy fácil olvidarlo. Me distraigo permanentemente en mil otras direcciones, tal vez, pienso, por la acumulación de experiencias negativas que uno va recogiendo día a día que terminan por abrumarlo. Sumergido en la lucha por la subsistencia me lleno de temores, compromisos, urgencias, y me vida pasa a ser dirigida por algún minúsculo centro cerebral sumamente práctico, mezquino, ciego para las dimensiones espirituales." (Mario Levrero)
sábado, 18 de mayo de 2019
sábado, 27 de abril de 2019
Civismo de mierda
Recojo una mierda de la loba con la bolsa, y a su lado otra mierda que pone mi civismo ante un dilema.
jueves, 11 de abril de 2019
Extremo opuesto
Me doy cuenta de que la parte norte del Parque de Orriols es la que más me relaja. Después de muchas reflexiones paisajísticas sobre el asunto concluyo que es porque se ubica en el extremo más alejado de mi casa.
domingo, 31 de marzo de 2019
Benéfico instinto
Empleo casi diez minutos en acompañar a la ventana a una polilla que se había quedado atrapada entre la ropa destendida. Luego me pregunto si mi mano izquierda sabía lo que hacía mi mano derecha, si lo hice por salvarla o por salvarme. Algún pajarito inocente movido por el instinto se la comerá sin mayores cavilaciones.
viernes, 22 de febrero de 2019
Les presento a Clarice Lispector (por si no la conocían)
TANTA MANSEDUMBRE
Pues en la hora oscura, tal vez la más oscura, en pleno
día, ocurrió esa cosa que no quiero siquiera intentar
definir. En pleno día era noche, y esa cosa que no
quiero todavía definir es una luz tranquila dentro de
mí, y la llamaría alegría, alegría mansa. Estoy un poco
desorientada como si me hubieran arrancado el corazón, y en lugar de él estuviera ahora la súbita ausencia,
una ausencia casi palpable de lo que antes era un órgano bañado de oscuridad, de dolor. No estoy sintiendo
nada. Pero es lo contrario del sopor. Es un modo más
leve y más silencioso de existir.
Pero también estoy inquieta. Yo estaba organizada
para consolarme de la angustia y del dolor. Pero cómo
es que me arreglo con esa simple y tranquila alegría.
Es que no estoy acostumbrada a no necesitar de mi
propio consuelo. La palabra consuelo me llegó sin
sentir, y no lo noté, y cuando fui a buscarla, ella se
había transformado ya en carne y espíritu, ya no existía más como pensamiento.
Voy entonces a la ventana, está lloviendo mucho.
Por hábito estoy buscando en la lluvia lo que en otro
momento me serviría de consuelo. Pero no tengo dolor
que consolar.
Ah, lo sé. Ahora estoy buscando en la lluvia una
alegría tan grande que se torne aguda, y que me ponga
en contacto con una agudeza que se parezca a la agudeza del dolor. Pero es una búsqueda inútil. Estoy
frente a la ventana y sólo ocurre eso: veo con ojos benéficos la lluvia, y la lluvia me ve de acuerdo conmigo. Ambas estamos ocupadas en fluir. ¿Cuánto durará
mi estado? Percibo que, con esta pregunta, estoy palpando mi pulso para sentir dónde está el latir dolorido
de antes. Y veo que no está el latido de dolor.
Sólo eso: llueve y estoy mirando la lluvia. Qué simplicidad. Nunca creí que el mundo y yo llegáramos a
este punto de acuerdo. La lluvia cae no porque me
necesite, y yo la miro no porque necesite de ella. Pero
nosotras estamos tan juntas como el agua de lluvia está
Traducción: Cristina Peri Rossi
miércoles, 20 de febrero de 2019
Mayéutica
Empleando la mayeútica socrática he conseguido que un taxista paralanchín llegara a la conclusión de que Podemos (como también fue Ciudadanos o ahora es Vox para los del ala derecha del teatrillo), fue una creación del sistema para canalizar la ira popular y devolverla al redil. No hubo más que hacerle las preguntas pertinentes y el solo puso los argumentos a sus epítetos. Si es que no hay nada mejor que preguntar lo que el otro no sabe que sabe para ser un buen maestro ni nada como la indignación para estimular la inteligencia.
lunes, 28 de enero de 2019
domingo, 13 de enero de 2019
Sumideros
Anoche mientras fregaba pensé que si el aserto: "no hay regla sin excepción" se considera una regla, entonces por lo menos esa regla no tiene excepciones con lo cual deja de ser una regla y, efectivamente, es cierto que no hay regla sin excepción, y por lo tanto esa regla deja de serlo, etc. También pensé que mi estado de ánimo era el idóneo para seguir desplegando ese etcétera.
jueves, 27 de diciembre de 2018
Una postal
Apoyo el pie en un banco para atarme un zapato y este parón provoca que se detenga también el pensamiento. La realidad me rodea y me parece rara por la falta de costumbre. De ella forma parte esa pequeña flor que a pocos centímetros del ojo me parece más discernible por ser idéntica a las que hace cincuenta años flaqueaban la rampa de acceso al comedor de mi colegio que por estar en primer plano.
martes, 27 de noviembre de 2018
viernes, 23 de noviembre de 2018
jueves, 15 de noviembre de 2018
lunes, 12 de noviembre de 2018
sábado, 10 de noviembre de 2018
Terrateniente, padre de trece criaturas, segador de heno, zapatero remendón, jugador, anciano prófugo de su hogar, maestro de escuela, cazador de osos, vegetariano, artillero en el Cáucaso, fundador de una religión... Estoy pensando que con una vida así lo difícil hubiera sido no escribir Guerra y Paz. Y en lo anémicos que estamos.
sábado, 27 de octubre de 2018
domingo, 21 de octubre de 2018
sábado, 20 de octubre de 2018
Menuda marranada es el otoño
Mientras esperaba a que el conserje me hiciera unas fotocopias estaba yo embelesado contemplando las hojas girar en el porche del instituto cuando, por encima de su lírico susurro. escucho una voz rabiosa, pero bien articulada que dice: "Menuda marranada es el otoño". Era Maruja, la limpiadora, que llegaba en ese momento comentándole en perfecto endecasílabo a su compañera lo mucho que les tocaría barrer.
viernes, 12 de octubre de 2018
sábado, 6 de octubre de 2018
jueves, 4 de octubre de 2018
miércoles, 26 de septiembre de 2018
No recuerdo ya lo que estaba diciendo, uno de esos sermones que endoso a mis alumnos al empezar las clases para liberar esa vena retórica que las matemáticas me impiden desarrollar. El caso es que cuando yo estaba más encendido, levanta la mano Jasmin:
"Ignacio, mientras hablas de la vida, ¿Puedo ir a la taquilla?"
"Ignacio, mientras hablas de la vida, ¿Puedo ir a la taquilla?"
domingo, 23 de septiembre de 2018
sábado, 15 de septiembre de 2018
domingo, 9 de septiembre de 2018
miércoles, 5 de septiembre de 2018
domingo, 2 de septiembre de 2018
Tres penachos de hierba, raquíticos
pero reales entre la hierba artificial
que rodea la piscina del polideportivo.
Y arriba, a mi derecha, la ladera tupida
de pinos enanos en cuya cúspide hay un antena
que el viento no mueve. Por mí como si hubiera
un indio apache dando un grito de guerra
que encabrite las aguas y nos despierte
del letargo estival. Pero no cae esa breva,
pues ahora, que el último bañista
abandona el recinto, el agua recupera
su tersura y el socorrista pliega las sombrillas.
martes, 31 de julio de 2018
Tiempo muerto
No sé si soy un caso único, pero he observado que al llenar de agua la cacerola para los espaguetis siempre rectifico y añado más porque cuando la pongo en el fogón pienso que hay poca. Y no sé si atribuirlo a mi pasión por la dudas, a que inconscientemente descuento el tiempo que paso como un pasmarote con el dedo debajo del grifo esperando a que el agua salga caliente o a una ilusión óptica debida a que en el fregadero hay más luz que en los fogones. Hasta me he planteado tomar medidas (métricas)
lunes, 23 de julio de 2018
Después del último
Las ocho de la tarde. El último bañista abandona la piscina. Cada vez que levanto la vista del libro veo como el agua recupera su prehistórica tersura. Ahora ya puede reflejar el cielo, pienso, cuando la veo ya sólo rizada por la brisa, pero al acercarme al borde sólo alcanzo a ver los azulejos del fondo.
domingo, 22 de julio de 2018
Sobre el castigo
El castigo de Sísifo: cuando llegaba
con su piedra a la cumbre de la montaña, ¿podría elegir de qué lado de la
pendiente hacerla rodar? Con ese pequeño margen de libertad, el castigo hubiera
sido más refinado: al esfuerzo físico y se sumaría el esfuerzo mental de dudar
durante todo el ascenso por dónde hacerla rodar.
sábado, 7 de julio de 2018
domingo, 24 de junio de 2018
Lo real nos supera
Estaba pensando en el canto de los gallos y de repente ha cantado uno que ha convertido la abstracción en fraude.
jueves, 7 de junio de 2018
Perra presente
La Loba. Lo cínico que me siento cuando le doy
una salchicha al marcharme de casa para un rato largo. A eso se le llama
descargar la conciencia en una salchicha de Frankfurt. De todas formas, ¿qué
entendera ella, tan amante de lo empírico y positivo, de contradicciones
humanas?, me digo, descargando por segunda vez mi conciencia en su ausencia de
ella.
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