domingo, 22 de agosto de 2010
Otra historia
domingo, 15 de agosto de 2010
Karmelo C. Iribarren
El poema que dejo aquí tiene lo que hay que tener: sencillez y misterio
Las hojas húmedas
sobre la lápida
apenas dejan ver la inscripción.
Las retiro
y luego, como siempre, me quedo
un rato ahí,
....................mirando
esas cifras
y esas letras
negras,
...........como otros miran
una pluma
o un reloj.
domingo, 1 de agosto de 2010
Llaves olvidadas, Jose Ángel García Caballero
El libro, lo hemos señalado al referirnos a la biografía machadiana, nos habla sobre la soledad, el amor perdido y su aceptación estoica y resignada, en la línea de la lírica cortesana. Y es que, si nos remontamos en el tiempo, encontramos en lo versos de Jose Ángel García ecos de Garcilaso de la Vega tanto por su temática amorosa como por su música. Versos más atentos a transmitir una cadencia, o una sensación que un sentido a través de la semántica. Versos inconcretos, seguramente debido a que tratan de dar cuenta de las fluctuaciones anímicas de un protagonista que, aunque en ocasiones hable por boca de diferentes personajes a través del monólogo dramático, muestra una única e inconfundible voz.
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Podría afirmarse que el libro es un mismo y largo poema dedicado a indagar sobre la pérdida real o imaginada (porque también se pierde/lo que no se ha tenido) y la nostalgia que la pérdida entraña. Un largo poema escrito por un poeta de exacerbada sensibilidad que se dispara a partir de mínimos elementos procedentes de exterior. Quizá los últimos versos del libro se desmarquen un poco del desesperanzado tono del resto, no me resisto a copiarlos aquí por su belleza:
martes, 27 de julio de 2010
Tres a cero
sábado, 24 de julio de 2010
domingo, 18 de julio de 2010
La respuesta en el viento
Y ya totalmente espabilado pienso que la perra estaba mucho menos alarmada de ver al molinillo actuar como un perro que yo de ver a la perra actuando como una persona.
domingo, 11 de julio de 2010
¿Por qué no las manos?
domingo, 4 de julio de 2010
Otra vez Wolfe
Por respetar la integridad del libro dejo aquí un poema de otro anterior: Arde Babilonia (1994).
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Solo
sábado, 26 de junio de 2010
Silogismo salvaje
Siendo la capacidad de persuasión el único criterio de excelencia artística, y la carencia de facultades críticas el mejor modo de ser persuadidos concluímos que la erradicación del analfabetismo dejó al artista sin público y lo obligó a replegarse sobre sí mismo. La aparición de la vanguardia podría ser consecuencia de la extensión de la escolaridad.
domingo, 20 de junio de 2010
Ensayo sin error
lunes, 14 de junio de 2010
martes, 8 de junio de 2010
Recuerdo infantil
lunes, 7 de junio de 2010
1651
............................ .....................Baltasar Gracián, El Criticón
domingo, 30 de mayo de 2010
Un contemporáneo
jueves, 27 de mayo de 2010
El esteta y su víctima
Sören Kierkegaard, Diario de un seductor. (trad. Demetrio Gutierrez Rivero)
miércoles, 19 de mayo de 2010
Ayuda sin paliativos
No se trata de atreverse ante cualquier circunstancia (un ocho mil se escala por cobardía). El atrevimiento ante las figuras de autoridad: jefe, profesor, un amigo con ascendiente sobre ti, alguien detrás de una barra… curan las heridas infligidas por el padre. El atrevimiento en las relaciones íntimas (seguramente el más difícil) si estemos enamorados, curan las infligidas por la madre. Cuando una pieza de dominó cae las otras suelen ir detrás. La tarea primordial de psicoterapueta es tocar la piezas adecuadas en el momento adecuado.
Y no hay más, la valentía (ya lo dije) es el motor del cambio, pero la valentía precisa un paso previo: la incomodidad en la propia piel. En este sentido quien sufre ya tiene, parte de la mitad del camino hecho. Digo parte porque quien sufre suele buscar desesperadamente alivio a su sufrimiento, y es fácil que le vendan la burra de los buenos consejos, del sentido común, o de los psicofármacos administrados alegremente que, a la larga, tras un primer alivio, te vuelven más culpable o sufriente o, en el peor caso, más fósil. En este sentido el conductismo puro y duro casi me merece más respeto que el cognitivismo o que ese hipermercado de las llamadas terapias humanistas (las más fraudulentas). Basta
miércoles, 12 de mayo de 2010
Duda analógica:
Que cada palo aguante su vela
¿Que cada palo aguante su vela?
(Cuál de ellas, y si todas, ¿en qué orden?)
lunes, 10 de mayo de 2010
Tinta invisible
martes, 4 de mayo de 2010
Miedo
domingo, 25 de abril de 2010
Sin asunto
domingo, 18 de abril de 2010
Tirando de un hilo
domingo, 11 de abril de 2010
Un huésped panorámico, Andrés Navarro
sábado, 3 de abril de 2010
Penélope otra vez
viernes, 2 de abril de 2010
De la fragilidad de todo
Hay poemas que siento con tanta intensidad que tengo la certeza de que podría haberlos escrito. Y no es vanidad. Precisamente es todo lo contrario. Porque cuando un poema o cualquier obra artística se despliega ante nosotros en toda su riqueza revelándonos todos sus detalles e intenciones, a veces más de las que hubiera sospechado el propio autor, las fronteras del ego se difuminan y escritor y lector terminan por confudirse. La contemplación es siempre activa. Naturalmente, ojalá, no sucede con todos los poemas que me gustan, ni siquiera con el mismo poema en distintas circunstancias. Hay circunstancias vitales que iluminan desmesuradamente poemas que en otras, aún gustándonos, pasarían más desapercibidos. Sin relación no hay arte. Durante la creación el autor se desdobla en escritor y lector, y durante la lectura quien lee recrea las mismas o parecidas o distintas, da igual, operaciones poéticas que en su día llevó a cabo quien concibió el poema. La poesía natural, la que nos sale al paso en el campo o en la calle, no existiría de no ser porque estamos ahí para contemplarla. Nosotros o nadie somos sus autores. De la misma forma, no hay tanta diferencia entre escribir y leer.
Sirva lo dicho para justificar que este poema de Fabio Morábito es tan mío, o vuestro, o de nadie, como suyo.
Mudanza
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A fuerza de mudarme
he aprendido a no pegar
los muebles a los muros,
a no clavar muy hondo,
a atornillar sólo lo justo.
He aprendido a respetar las huellas
de los viejos inquilinos:
un clavo, una moldura,
una pequeña ménsula,
que dejó en su lugar
aunque me estorben.
Algunas manchas las heredo
sin limpiarlas,
entro en la nueva casa
tratando de entender,
es más,
viendo por dónde habré de irme.
Dejo que la mudanza
se disuelva como una fiebre,
como una costra que se cae,
no quiero hacer ruido.
Porque los viejos inquilinos
nunca mueren.
Cuando nos vamos,
cuando dejamos otra vez
los muros como los tuvimos,
siempre queda algún clavo de ellos
en un rincón
o un estropicio
que no supimos resolver..
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jueves, 25 de marzo de 2010
Luis y yo
domingo, 21 de marzo de 2010
jueves, 11 de marzo de 2010
Muera la muerte
El borrador del discurso que Unamuno, quien pese a ser el Rector no tenía pensado intervenir en el acto, garabateó en una cuartilla mientras se desarrollaban intervenciones anteriores repletas de tópicos loando la cruzada contiene sólo las siguientes palabras: "Guerra internacional/Occidental –cristiana/Odio y conmpasión/Lucha-unidad/Cóncavo-convexo/Odio a la inteligencia que es crítica y diferenciadora/"y alguna que otra más, poco legible.
Dejo aquí casi todo del discurso, comentado por Andrés Trapiello, junto a las intervenciones de Millán Astray, que en un estado de nervios creciente no cesaba de interrumpirle:
"Estáis esperando mis palabras. Me conocéis bien y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. Callar, a veces, significa mentir porque el silencio puede interpretarse como aquiescencia.
Había dicho que no quería hablar, porque me conozco; pero se me ha tirado de la lengua y debo hacerlo. Se ha hablado aquí de guerra internacional en defensa de la civilización cristiana; yo mismo lo he hecho otras veces. Pero no, la nuestra sólo es una guerra incivil. Nací arrullado por una guerra civil y sé lo que digo. Vencer no es convencer y hay que convencer sobre todo, y no puede convencer el odio que no deja lugar a la compasión: el odio a la inteligencia que es crítica y diferenciadora, inquisitiva, más no inquisición (…)”
Millán Astray, que llevaba un buen rato nervioso, golpeaba con su única mano la mesa e interrumpió con impertinencia: “¿Puedo hablar? ¿Puedo hablar?”. Hizo entonces uso de la palabra pronunciando un breve discurso dictado por la histeria en defensa de la rebelión militar, hubo vítores, voces y bufidos. Tras ellos Unamuno reanudó su intervención
“Acabo de oír el grito necrófilo y sin sentido de ¡Viva la muerte! Esto me suena lo mismo que ¡Muera la vida! Y yo, que me he pasado toda la vida creando paradojas que provocaron el enojo de los que no las comprendieron, he de decirles como autoridad en la materia, que esta ridícula paradoja me parece repelente. Puesto que fue proclamada en homenaje al último orador, entiendo que fue dirigida a él, si bien de una manera excesiva y tortuosa, como testimonio de que él mismo es un símbolo de la muerte. ¡Y es otra cosa! El general Millán Astray es un inválido. No es preciso decirlo en un tono más bajo. Es un inválido de guerra. También lo fue Cervantes. Pero los extremos no sirven como norma. Desgraciadamente hay hoy en día demasiados inválidos en España. Y pronto habrá más, si Dios no nos ayuda. Me duele pensar que el general Millán Astray pueda dictar las normas de psicología de las masas. Un inválido que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, que era un hombre (no un superhombre) viril y completo a pesar de sus mutilaciones, un inválido, como dije, que carezca de la superioridad de esa superioridad del espíritu, suele sentirse aliviado viendo como aumenta el número de inválidos a su alrededor.
El general Millán Astray no es uno de los espíritus selectos, aunque sea impopular o, quizá por esta misma razón, porque es impopular. El general Millán Astray quisiera crear una España nueva (creación negativa, sin duda) según su propia imagen. Y por eso desearía ver a España mutilada, como inconscientemente dio a entender.”
En este punto Millán Astray interrumpió al grito de “¡Muera la inteligencia!” matizado por un José María Peán que intentaba restañar lo irrestañable con el de “¡Viva la inteligencia! ¡Mueran los malos intelectuales!”.
Es imaginable la pita que se armó entre falangistas profesores y público frente a un viejo que se había atrevido a decir lo que nadie en España, en aquellas circunstancias habría sido capaz de espetarle a un ser moralmente tan repulsivo. Cuando Unamuno logró hacer de nuevo el silencio continuó:
“Este es el templo de la inteligencia y yo soy su sumo sacerdote. Vosotros estáis profanando su sagrado recinto. Yo siempre he sido, diga lo que diga el proverbio, un profeta en mi propio país. Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuera bruta. Pero no convenceréis porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil –concluyó- pediros que penséis en España”.
jueves, 4 de marzo de 2010
Billy Collins
Love
The boy at the far end of the train car
kept looking behind him
as if he were afraid or expecting someone
and then she appeared in the glass door
of the forward car and he rose
and opened the door and let her in
and she entered the car carrying
a large black case
in the unmistakable shape of a cello.
She looked like an angel with a high forehead
and somber eyes and her hair
was tied up behind her neck with a black bow.
And because of all that,
he seemed a little awkward
in his happiness to see her,
whereas she was simply there,
perfectly existing as a creature
with a soft face who played the cello.
And the reason I am writing this
on the back of a manila envelope
now that they have left the train together
is to tell you that when she turned
to lift the large, delicate cello
onto the overhead rack,
I saw him looking up at her
and what she was doing
the way the eyes of saints are painted
when they are looking up at God
when he is doing something remarkable,
something that identifies him as God
Amor
El chico del final del vagón
miraba hacia atrás
como si tuviera miedo o esperara a alguien,
entonces apareció ella en la puerta de cristal
y él se levantó
abrió la puerta y la dejó pasar
y ella entró cargando
un enorme estuche negro
con la inconfundible forma de un violoncello.
Parecía un ángel de frente amplia,
con los ojos oscuros y el pelo
recogido en la nuca con una cinta negra.
A causa de todo esto
él parecía un poco azorado
en medio de la felicidad de verla,
mientras que ella estaba allí sencillamente,
existiendo de manera perfecta como una criatura
de cara delicada que tocaba el cello.
Y el motivo por el cual escribo esto
en el reverso de un sobre de manila
ahora que se han bajado juntos
es deciros que cuando ella se dio la vuelta
para poner el enorme, delicado cello
en el portaequipajes,
lo vi mirándola
y mirando lo que hacía
en la forma en que están pintados los ojos de los santos
cuando miran a Dios
y Él está haciendo algo maravilloso,
algo que lo identifica como Dios.
Traducción modificada de Camilo Rojas
sábado, 20 de febrero de 2010
El pato y la luna
martes, 16 de febrero de 2010
Mil palabras
El velo del sombrero de Vera Miles movido por la brisa cuando le dice al sheriff que corte una flor de cactus para la tumba de Tom Doniphon.
El último ramillete de hojas que sobrevive intacto al invierno en los árboles de enfrente de mi casa.
La loba espantando a los chorlitejos patinegros en la orilla. Su vuelo en V.
Rojo, Azul, Blanco por este orden, o la voluntad de sobrevivir a la adversidad.
Harvey Keitel escupiendo desde el primer piso del Empire State en Teniente Corrupto.
La voz de Tom O’Bedlan cerrando la La Elegía a Yeats de Auden: “Teach the free men how to praise”.
La alegría de Nerea al decirle que había aprobado.
Tom Waits cantado Hold on
La perra aullando después de escuchar una ambulancia que pasaba por Primado Reig
La sonrisa que se le pone a la Moña mientras se cuelga de las espalderas.
viernes, 5 de febrero de 2010
agua fría
lunes, 18 de enero de 2010
Hölderlin
sábado, 9 de enero de 2010
Desgracia, J.M. Coetzee
Ante semejantes fuerzas telúricas u olímpicas poco puede hacer el dios cristiano del perdón, la compasión y la remuneración equitativa. El dios en el que ha sido educado el protagonista. Y también el lector.
Tras estos párrafos podría pensarse en una novela densa y abstracta. No lo es. La historia está narrada con agilidad pasmosa, sin asomo de barroquismo. También (qué descanso y qué complicación tan bien solventada), sin ironía. Dictada en un presente que provoca por igual inmediatez y alejamiento. Como nosotros nada sabe el narrador del curso de su historia. Se limita a contarnos lo que ocurre aquí y ahora.
Hablé de la tragedia griega, también podría hablar de Kafka ( El Proceso, La Colonia) o de Camus, sobre todo de Camus (La Peste, sobre todo La Peste, El Extranjero). La atmósfera es similar.
A destacar la trama paralela con esa patética Teresa, la amante de Byron, ya madura tratando de invocar a su desaparecido amante con sus cantos. Tratando de conmover El Averno acompañada de un banjo de juguete. Risible y por ello doblemente trágico.
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lunes, 28 de diciembre de 2009
Meditación navideña
jueves, 24 de diciembre de 2009
El valor del silencio
viernes, 18 de diciembre de 2009
Vamos allá
Hay doce monedas una de ellas falsa que sólo se distingue por pesar diferente. Tenemos una balanza. Hemos de averiguar en tres pesadas cuál es la falsa y si pesa más o menos que las otras
Ya que se acercan fechas tan simbólicas y no se trata de ningún poema utilizaré sin que sirva de precedente una metáfora a modo de moraleja y pista:
“Más vale dar pasitos cortos y observar los detalles de camino que devorar paisaje calzando botas de siete leguas.”
Por cierto que abundando en lo de la pérdida de tiempo algún bendito ha hecho un programa informático para hacer probaturas. Se entra tecleando en google "balanza impertinente".
lunes, 7 de diciembre de 2009
Días borgianos
Si el trabajo es de campo empiezo por anotar las conclusiones y redactar el informe. Luego me invento los datos o la entrevista que mejor cuadre al talante del informe.
Si el trabajo es sobre un tema determinado y no hay que presentar datos experimentales cojo un buen libro de texto, un sólo libro porque todos dicen lo mismo y tiendo mucho a liarme. Voy copiando, resumiendo y anotanto críticas y contrapropuestas a lo que dice el libro.
Aunque las críticas descabelladas, absolutas e incendiaras son las que más me divierten procuro (es imprescindible) hacer una autocrítica de las críticas. A los profesores no les gusta que un alumno se pase de listo.
Después acudo a internet en busca de más información acerca de las críticas y puntualizaciones que he inventado. La red viene muy bien pues siempre contiene un roto para un descosido. Nunca falta gente seria, sesuda y puntera en su campo que tras una vida de dedicación ha dado forma a tus intuiciones.
En el fondo este paso casi nunca es necesario, lo hago más bien para refocilarme de mis intuiciones, pues tras colocar los libros fundamentales suelo inventarme la bibliografía: nombres de autores, de revistas y hasta de universidades. Contra lo que pueda parecer, este paso es aburrido: los nombres inventados deben sonar a instituciones bien manidas.
Abomino de ello, pero en el fondo me acopla muy bien su pasión por el Power Point pues te permite una escritura semiaforística sin tener que argumentar demasiado.
No puedo estar más de acuerdo con ellos, a mí argumentar siempre me ha parecido impúdico. Creo que por eso hablo poco.
He llegado a engañar hasta a mis jóvenes compañeros de grupo pero no me siento culpable y estoy seguro de que a ellos tampoco no les ha importado.
Porque, a decir verdad, hasta ahora, ni mis compañeros se pueden quejar de las calificaciones recibidas ni yo de excesivo aburrimiento.
martes, 1 de diciembre de 2009
viernes, 20 de noviembre de 2009
Suc poètic
si breve
malito.
Pi ti mi ni, lo bueno
si breve
bonito.
Pi ti mi ni, los niños
ganan puntos de apoyo
cuando crecen.
sábado, 7 de noviembre de 2009
Martin Heidegger
Transcribo un párrafo del diálogo y dos de sus últimos libros:
Spiegel: Sin embargo se podría objetar de manera completamente ingenua: todo funciona. Cada vez se produce con mayor destreza, los hombres en el mundo tecnificado están bien atendidos
Heidegger: Todo funciona. Esto es precisamente lo inhóspito que todo funciona y que el funcionamiento lleva a más funcionamiento y que la técnica arranca al hombre de su esencia y lo desarraiga. No sé si Vd vio las fotos de la tierra desde la luna. No necesitamos bombas atómicas, el desarraigo del hombre ya es un hecho. Sólo quedan puras relaciones técnicas (…) (Entrevista a Der Spiegel)
El hombre de la era técnica, de un modo especialmente llamativo se encuentra bajo la provocación de hacer salir lo oculto. Esto concierne ante todo a la naturaleza entendida como el almacén principal de existencias de energía. En correspondencia con ello, la conducta solicitante del hombre se muestra ante todo en el florecimiento de las ciencias exactas de la época moderna. Su modo de representar persigue a la naturaleza como una trama calculable. Por eso la física de la época moderna no es física experimental, al contrario: como la física –y ello porque es ya pura teoría- emplaza a la naturaleza a presentarse como una trama de fuerzas calculable de antemano, por esto se solicita el experimento, a saber, para preguntar si se anuncia, y como se anuncia la naturaleza a la que se ha emplazado de este modo. (La pregunta por la técnica)
Lo mortal no es la tan cacareada bomba atómica en su calidad de maquinaria especial de matanza. Lo que el tiempo amenaza ya al hombre con la muerte, y en particular con la de su esencia, es lo absoluto del mero querer en el sentido de deliberado imponerse en todo. (Sendas perdidas)