domingo, 24 de junio de 2018
Lo real nos supera
Estaba pensando en el canto de los gallos y de repente ha cantado uno que ha convertido la abstracción en fraude.
jueves, 7 de junio de 2018
Perra presente
La Loba. Lo cínico que me siento cuando le doy
una salchicha al marcharme de casa para un rato largo. A eso se le llama
descargar la conciencia en una salchicha de Frankfurt. De todas formas, ¿qué
entendera ella, tan amante de lo empírico y positivo, de contradicciones
humanas?, me digo, descargando por segunda vez mi conciencia en su ausencia de
ella.
lunes, 14 de mayo de 2018
domingo, 13 de mayo de 2018
Íntegramente malo
El dueño de la ludoteca que han instalado debajo de casa es la viva imagen del siniestro pastelero de "Vidas Cruzadas", ese que llama insistentemente a la casa del niño accidentado para reclamar la deuda del pastel que encargaron para su cumpleaños. El caso es que nunca le saludo y hasta acelero el paso cuando me cruzo con él. Y esta vez tengo motivos, absurdos, pero claros. Mis fobias hacia ciertas personas reales de mi entorno son, por el contrario, más nebulosas y ambivalentes, precisamente porque son menos ficticias.
martes, 8 de mayo de 2018
Entre dientes de león
Durante unos momentos
todo el campo visual, y lo que es mejor aún, toda la conciencia ocupada por una
mariposa que revoloteaba entre las flores amarillas que esta primavera tapizan
el solar. Pero después, al escribirlo, la tentación de la metáfora: esas flores
eran dientes de león, y el pensamiento de que la bondad necesita armarse contra
las fieras.
lunes, 7 de mayo de 2018
Presente continuo
La serenidad de esos momentos en que mi conciencia coincide exactamente con mi campo visual.
sábado, 28 de abril de 2018
Levantarse de una mesa como quien huye
Levantarte de una mesa en
la que no estás a gusto y decir: “me voy”. Andar enérgicamente el primer tramo
de acera huyendo de la charla trivial e interminable, Tratar
de mantener ese impulso, aunque no sepas adónde ir, hacia algún sitio te llevará.
lunes, 12 de marzo de 2018
Grande Zelarayán
QUINCE MINUTOS DESPUÉS
Estaba ordenando las cosas para salir...
Y mientras ordenaba mis cosas
veía al lobo,
al lobo que fui y no sé si al lobo que seré...
La palabra "cinzas", una palabra en una canción de Wilson Simonal,
me atrae...
Una palabra que no puede traducirse como cenizas, en castellano.
Una palabra que resplandece como los ojos de los gatos en la oscuridad.
O los faros de los coches en la ruta pavimentada,
cuando la noche se hace madrugada
entre Córdoba y Villa María.
Salí de mi casa para verte,
con todas esas cosas en la cabeza...
lobo aullando junto a la "cinza" resplandeciente...
ojos de gato en la oscuridad,
faros de coches sonámbulos que se acercan y se alejan de Córdoba.
Y llegué quince minutos después...
No quisiste hablar.
"Ya se me va a pasar", dijiste.
Y durante un tiempo largo nos miramos en silencio.
El plato vacío,
el tuyo y el mío,
eran más blancos que nunca.
Y después vino el pedido.
¡A llenar el plato!
¡Tu plato y el mío!
Y empezaste a hablar...
¡Y hablamos!
Después de comer, un paseo.
El sol no estaba...
pero en ese momento, qué importancia tenía?
Yo me sentía un inmenso pancito de azúcar
rodeado de árboles muy verdes.
Los trenes que pasaban a lo lejos
eran un poco tus caricias tímidas,
tus miradas
Un perro trataba de jugar al fútbol
con dos chicos.
Un avioncito con motor giraba y giraba.
El paseo, el descanso, era un vuelo.
Y después el cine.
Un cine de domingo nublado.
Un cine de madera blanca,
donde la película, buena y todo,
al fin y al cabo, fue lo de menos.
Después salimos.
Nos bastaban apenas
unas pocas palabras.
Y después...
Después siempre.
Pero yo recuerdo.
A Celia, siempre
Y mientras ordenaba mis cosas
veía al lobo,
al lobo que fui y no sé si al lobo que seré...
La palabra "cinzas", una palabra en una canción de Wilson Simonal,
me atrae...
Una palabra que no puede traducirse como cenizas, en castellano.
Una palabra que resplandece como los ojos de los gatos en la oscuridad.
O los faros de los coches en la ruta pavimentada,
cuando la noche se hace madrugada
entre Córdoba y Villa María.
Salí de mi casa para verte,
con todas esas cosas en la cabeza...
lobo aullando junto a la "cinza" resplandeciente...
ojos de gato en la oscuridad,
faros de coches sonámbulos que se acercan y se alejan de Córdoba.
Y llegué quince minutos después...
No quisiste hablar.
"Ya se me va a pasar", dijiste.
Y durante un tiempo largo nos miramos en silencio.
El plato vacío,
el tuyo y el mío,
eran más blancos que nunca.
Y después vino el pedido.
¡A llenar el plato!
¡Tu plato y el mío!
Y empezaste a hablar...
¡Y hablamos!
Después de comer, un paseo.
El sol no estaba...
pero en ese momento, qué importancia tenía?
Yo me sentía un inmenso pancito de azúcar
rodeado de árboles muy verdes.
Los trenes que pasaban a lo lejos
eran un poco tus caricias tímidas,
tus miradas
Un perro trataba de jugar al fútbol
con dos chicos.
Un avioncito con motor giraba y giraba.
El paseo, el descanso, era un vuelo.
Y después el cine.
Un cine de domingo nublado.
Un cine de madera blanca,
donde la película, buena y todo,
al fin y al cabo, fue lo de menos.
Después salimos.
Nos bastaban apenas
unas pocas palabras.
Y después...
Después siempre.
Pero yo recuerdo.
viernes, 9 de marzo de 2018
Propinas
Esta mañana han venido los operarios que han montado el sofá
nuevo y se han llevado el antiguo. No es que estuviera yo de mucho humor para
propinas, pero tampoco he sido tan mezquino como para no ofrecerles la
calderilla que ha aparecido debajo de los asientos.
domingo, 25 de febrero de 2018
Inventario
Ayer, 24 de Febrero, vi : Los ojos de primera fallera del año en la esquina de San Vicente Paul con el Parque de Orriols. Unos ojos que la desvestían del uniforme de fallera humanizándola. Una tórtola que se mantuvo en la punta de un cedro como una estrella de Navidad fuera de temporada. La fuente de la rotonda del parque, un simple chorro de agua en el que antes veía el velo de una novia y hoy era agua sin más. Los rizos de las hojas de las coles tiradas por los campos recién cosechados. Decenas de margaritas por estrenar al borde de la acequia. Hileras de farolas clónicas, que acaban de instalar en el carril de la huerta de Alboraya como un ejército dispuesto a exterminar la penumbra. A su lado, tirados en el suelo, los antiguos postes de madera. ¿Un poste tumbado, deja de ser un poste y se convierte en un palo? Habría que preguntarle eso a la Loba. Monigotes de peatones iluminados de verde y rojo que impiden que la mirada se pierda en el infinito al cruzar las calles. Un camión de la basura haciendo marcha atrás a toda máquina, pero respetando el semáforo que había unos metros más allá. La luz de la luna resistiendo sobre el último solar que queda en el barrio. Todo esto es lo que vi, poca cosa porque el resto del día transcurrió dentro de mi cabeza, y si lo anoto es por salvar un día de entre el montón de días que pasan con más pena que gloria.
viernes, 26 de enero de 2018
¿Qué vas a hacer ahora? Ahora que en la tienda no queda de tu helado favorito, que una llamada de teléfono ha reducido tu agenda a una página en blanco, ahora que intentas asirte a la rutina y ves como las hileras del calendario se tambalean hasta caer por el abismo de cualquier fin de semana.
No pensar. Si te fallan las piernas, beberte el quitaesmalte para salir de casa, aunque sea en ambulancia o en coche fúnebre, si no, caminar por las calles aunque no dejes estela en el asfalto y juegues a la gallina ciega con los puntos cardinales en cada esquina.
Hacer cosas, tener ocupación. Limpiar los cristales cuando llueve, maquillarte para desmaquillarte. Llenar una nevera que siempre se vacía, que nunca tiene lo que necesitas, porque la felicidad no se acumula ni se congela para los tiempos de escasez como el dinero de la huchas o los hielos de la cubitera. Ir a la lavandería porque la ropa no entiende de estados de ánimo, aunque sepas que no puedes echar el corazón en la colada junto con el pijama.
Seguir, porque todo puede pasar y a o mejor un día, domingo, por ejemplo, te sorprendes mirándote al espejo y decidiendo si te afeitas o no si la azul o la rosa, y resulta que te has olvidado de tu helado favorito o de tu antiguo amor.
viernes, 5 de enero de 2018
Año nuevo
Llega un momento en que es mejor aceptar nuestras variadas insuficiencias e ineficacias que desgastarse inútilmente luchando contra ellas. Como diría Dios: zanjando la cuestión: yo soy el que soy. O como diría Bartleby: preferiría no hacerlo. Cuántos desgraciados y sufridores crónicos no habrán creado los libros de autoayuda con sus apelaciones a la superación personal. No es lo mismo no tener miedo que echar mando del coraje para superarlo, lo segundo agota, porque el miedo es infinito.
jueves, 23 de noviembre de 2017
Forma y ánimo
Si mirar al suelo es ya un hábito, ¿Será
porque el mal humor es un hábito? Quiero decir, si te acostumbras a llevar la
cabeza erguida ¿harás del buen humor un hábito? No sé si es empezar la casa por
el tejado, pero cuando se está en el aire no queda otra.
martes, 31 de octubre de 2017
miércoles, 25 de octubre de 2017
jueves, 19 de octubre de 2017
jueves, 12 de octubre de 2017
12 O
Pues ha hecho un espléndido día de la hispanidad. Qué poquito le importan al cielo nuestras cuitas.
Muchos se quejan de que Rajoy pone el poder judicial a su servicio, pero casi nadie cuestiona cómo es posible que en eso que llaman democracia, un gobierno, sea del signo que sea, tenga capacidad para manejar el poder judicial. ¿Pensarán que cuando gobiernen los suyos no se hará? O peor aún ¿Pensarán que si es por una buena causa merece la pena poner la justicia al servicio de ella? La respuesta afirmativa a la primera pregunta es propia de un necio. A la segunda, es el camino directo a la tiranía.
miércoles, 11 de octubre de 2017
Fanny y Trump
Me dice el dentista (que se hace llamar endodonciólogo) que las radiografías son inofensivas; pero cuando va a tomarme una me hace sujetar la placa de la radiografía, que está dentro de mi boca con una mano, con la otra sujetar el aparato, una especie de cañón, para ajustarlo bien a la mandíbula, y al grito de ¡Fanny! se marcha de la habitación con la enfermera para pulsar un botón que debe de estar parpadeando en rojo como el que lleva Trump en su maletín. Luego vuelve y me dice “¿A que no ha sido nada?” Yo miro por la ventana y le contesto, que no, que parece que fuera no ha pasado nada.
lunes, 2 de octubre de 2017
El procés
Me pregunto qué pensarían Gabriel Ferrater y Josep Pla de todo esto. La pregunta es retórica, claro, porque sus carcajadas están sonando ahora mismo en mis oídos.
Descripción de la mentira
Lo escribiré una vez más: El régimen del 78 no es democrático. Es una
oligarquía de partidos estatales fruto de una constitución pactada en secreto
sin asamblea constituyente. En las elecciones refrendamos una lista cuyos
candidatos los eligen los oligarcas de los partidos. No hay elecciones
separadas al Ejecutivo y al Legislativo. El Consejo General del Poder Judicial
y el Tribunal Constitucional se eligen en el parlamento. Hasta quien manda en la tele eligen, no hay más que verla. Los partidos políticos, que deberían ser instrumentos en manos de los ciudadanos para prevenir los abusos de poder, están subvencionados por el Estado. Lo de Cataluña, si prosperara, tampoco lo sería en ningún caso. Los oligarcas catalanes no persiguen otra cosas que la
creación de un estado para hacer de él su botín y seguir con el saqueo con la
impunidad de quien nombra sus propios tribunales, como sucede en Madrid. La
pena es que la indignación del 15 M: fuera monopolizada por partidos como
Podemos y Ciudadanos cuyos dirigentes lo único que pretenden es medrar en este
sistema sin alterarlo en lo más mínimo. Y la alegría es que este circo que se
ha montado tal vez (aunque es improbable, porque la mentira está muy asentada)
nos haga despertar y exigir una verdadera democracia en España
jueves, 21 de septiembre de 2017
Lo que la vista alcanza
Qué miedo me da la gente que se pone detrás de una bandera, sea la española, la catalana o la esvástica. Mi patria, si es que esa entelequia existe, es el paisaje que veo cada día: el lavadero de Villamarchante, la playa de la Patacona, el patatar junto a la Ronda Norte donde la Loba retoza mientras yo leo. Esas cosas.
sábado, 16 de septiembre de 2017
domingo, 10 de septiembre de 2017
Otro supositorio
Como temo las consecuencias del Procés para los pescadores de caña, digo yo que las doradas de las playas de Castellón, si así lo deciden, por supuesto, podrán pasar sin problemas a las de Tarragona. Y viceversa, que nadie crea que concedo a unas lo que niego a las otras. Vamos, que no le van a poner puertas al mar.
Un suponer
¿Te
imaginas un partido de fútbol donde los contrincantes escogieran el
árbitro, redactaran el reglamento y pactaran
el resultado? Desde luego que hablo en sentido figurado.
viernes, 8 de septiembre de 2017
El cole de la puñeta
El ocio nunca es suficiente. Todos los compañeros hacen la misma observación tras las vacaciones: qué cortas. El ocio debería ser eterno, si no, menudo timo de ocio.
jueves, 31 de agosto de 2017
Terrorismo cotidiano
Esos bebés que berrean en la piscina porque no quieren bañarse. Si reuniera valor me acercaría a los padres y monitores a decirles cuatro cosas. La primera, que cuando no se respetan sus deseos, las criaturas terminan por no saber lo que quieren de adultas, o queriendo lo que les hace daño. El caso es que el resto de la piscina y yo miramos hacia otra parte como hacían los alemanes cuando veían pasar trenes repletos de judíos hacia los campos de exterminio.
viernes, 25 de agosto de 2017
La vuelta completa
A esta paso conseguiré darle una vuelta completa al horario. Cenaré y me acostaré a la hora que los otros se acuesten. Para mí será un día, para los demás el siguiente. Ninguna diferencia apreciable porque en verano nunca me acuerdo del día ni de la fecha
domingo, 20 de agosto de 2017
Leyendo a Paul Léutaud
A mí los buenos libros me descubren algo que ya sabía. Y en esa paradoja reside su sorpresa y atractivo. Si con un libro, aunque sea nuevo, no tengo la impresión de que estoy releyendo me aburro enseguida.
domingo, 13 de agosto de 2017
Constatación II
Leo para entretenerme o para olvidarme de mí, que viene a ser lo mismo. Sé que la lectura tiene fama de ser una noble ocupación. En mi caso, si el fútbol, por ejemplo, me hubiera ayudado más a este objetivo, sería un fanático hincha del Real Madrid, en lugar de un fanático lector de Kafka.
Constatación
Leo para olvidarme de mí mismo, y así sigo, leyendo más, si cabe, porque cada vez me tengo más visto.
domingo, 6 de agosto de 2017
sábado, 29 de julio de 2017
Otras dos trincheras
Oigo decir que ell verano nos divide en dos bandos irreconciliables: los partidarios del melón y los de la sandía. Yo me declaro partidario de los del melón, siempre y cuando esté rodeado de los de la sandía. En fin.
jueves, 27 de julio de 2017
La Patacona ayer
El caso es que la zona de perros de la
playa de la Patacona en la que suelo ponerme porque hay menos gente está cada
día más manicomial o más vanguardista, si es que no es lo mismo. Ayer mismo,
había una embarazada que amablemente me expulsó de mi sitio porque se estaba
haciendo fotos con su novio. Ella dirigía la sesión y el accedía no sé si
contento o por no disgustarla dado su avanzadísimo estado de gestación. En una
de las instantáneas vi como se situaban los dos frente al trípode espalda
contra espalda, con sus disímiles perfiles hacia el mar, que seguía a lo suyo,
cmitiendo olas milimétricas, lo que no impedía que los surferos de cada día trataran
de cabalgarlas. A mi espalda estaba la tropa del Tai chi, unas treinta mujeres
y un solo hombre al final del pelotón tratando de mantenerse a la pata coja con
un brazo extendido hacia el mar y otro hacia el sol poniente. A mi derecha
había una chica sentada en la típica postura yogui, con las puntas de los dedos
de una mano apuntando al cielo y con las de la otra sujetando el smartphone,
una aplicación, supongo, que le avisará por si mueve alguna ceja.
Y como remate del asunto había otro grupo
rodeando a un chico tumbado al que extendían brazos y piernas. Al
principio me alarmé pensando que era un ahogado, y lo parecía, de tan quieto
como estaba, y eso a pesar de que tenía sobre el pecho una especie de cacerola,
creo que ellos lo llaman cuenco tibetano, que una mujer con biquini negro de
ojales hacía sonar frotándolo en círculos con un una maza como cuando quieres
que no se te corte el ajo aceite. Igual parece que exagero pero es
que la realidad escrita queda tan desvaída conforme a lo que vi que conviene
exagerarla por hacerla más real. Y me olvidaba de mí, el más excéntrico, aunque
en el centro de todo el panorama, con la cabeza de la flauta, que esta vez, por
estar más a tono, soplé en su octava más aguda sin el menor remordimiento en
vista de que no había nadie tumbado en su toalla leyendo, haciendo castillos,
jugando a las palas, besando a su chica o esas cosas que sucedían en la playa
cuando yo era más joven y menos sarcástico.
Performance o instalación
Pronto llegarán las esculturas interactivas, si es que no se han inventado ya. El usuario o cliente podrá, por ejemplo, girar la cabeza del amante o la amante de Rodín, según su orientación sexual del momento, y participar del beso. Seguro que la sensación es más intensa y para eso sirve el arte, ¿no?
Lógica en espiral
Habría que inventar una mando para el mando de la tele y otro mando para ese mando y... nada que objetar, porque es indudable que las probabilidades de encontrar alguno de ellos serían el doble, el triple, y así sucesivamente hasta encontrar alguno de esa serie que me llevaría al mando primigenio para cerrar de una puta vez el pico a los tertulianos que seguro que a esas alturas seguirían hablando de lo de Cataluña.
Spinoza decía y dice...
"Spinoza decía, y ese es uno de los grandes hallazgos del Barroco, que hay dos mecanismos blindados de servidumbre: el miedo y la esperanza. Se somete a la servidumbre a los hombres poniéndoles un temor insuperable o induciéndolos una esperanza para controlarles. De los dos procedimientos de Spinoza, el primero puede ser roto. El segundo es el más terrible, el más difícil de romper. Si alguien quiere ser libre lo que debe hacer es actuar sin esperanzas." (de una entrevista a Gabriel Albiac)
miércoles, 26 de julio de 2017
domingo, 9 de julio de 2017
De reglas y excepciones
Como uno no es del todo consciente de las cosas hasta que las cuantifica, mientras hacía el trayecto entre Antiguo Reino y Primado Reig me he dedicado a contar la proporción de machos jóvenes barbados: lo eran todos menos uno, lo que venía a demostrar que una cara joven y sin barba es posible, al contrario de lo que pasa con los leones cuya pelambre es obligatoria porque carecen de manos para afeitarse.
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