Si los fabricantes de materiales para la construcción invaden el territorio de los graffitis es desolador. A mí me gusta este arte callejero. El dinero sabe sacar partido incluso de lo que ingenuamente consideramos marginal. Hace unos días me ocurrió una cosa muy tonta y ya no voy a escribir mi nombre en ninguna parte.
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ResponderEliminarTambién hay paredes inolvidables.
ResponderEliminarEl otro día, Marcela, en un bar del centro me percaté de que los graffitis formaban parte del alicatado. A eso hemos llegado.
ResponderEliminarSi los fabricantes de materiales para la construcción invaden el territorio de los graffitis es desolador. A mí me gusta este arte callejero. El dinero sabe sacar partido incluso de lo que ingenuamente consideramos marginal.
ResponderEliminarHace unos días me ocurrió una cosa muy tonta y ya no voy a escribir mi nombre en ninguna parte.