sábado, 27 de junio de 2015

inalámbrico e inteligente II

También, y en referencia a lo anterior, deduzco que tengo que limpiar el monitor porque había dado por bueno como tilde el manchurrón que había sobre la segunda "a" de inalámbrico...

inalámbrico e inteligente

Por cierto que el corrector me ha subrayado en rojo varias veces inhalámbrico, y yo, hache que hache, hasta que he caído en la cuenta de que el smartphone no se inhala...

sábado, 6 de junio de 2015

En el nombre del burro

Paso con la bici, y como voy despacio porque la loba cuando volvemos a casa se deja llevar y debo de tirar de ella, escucho, nítido, el diálogo de una pareja junto al recinto del burro que hay en la huerta: "Se parece al burro de Sancho Panza, ¿Cómo se llamaba?", dice ella. "Platero", contesta él con el aplomo de las buenas causas. No digo nada, y eso que a la velocidad del trote cochinero de la loba me hubiera dado tiempo de sobra a replicar. En el fondo pienso que el burro de la huerta no merece el nombre del burrito bobalicón y cursi de Juan Ramón. Así que continúo mi penoso viaje y cuando llego a la altura de la Ronda Norte me felicito por haber callado. En el largo trecho de acera que hay hasta el semáforo con el viento en la cara y la perra a mi espalda medito los motivos de mi silencio: tampoco yo sé cómo se llamaba el jumento de Sancho, ni el que teníamos enfrente, a veces dudo hasta de mi propio nombre, no me gusta poner en evidencia a los jóvenes, ni crear sombras de duda en el amor, no han consultado el nombre del burro en su smartphone lo que celebro como ciudadano aquejado de alergia nada metafórica a los dispositivos inalámbricos e inteligentes y, en todo caso, no era yo sino el burro quien debía haberse quejado, y no parecía importarle llamarse Platero, Hola, Ven, Toma, o como crea que se llame ese buen animal que será gris y anacrónico pero no de peluche