lunes, 28 de marzo de 2011

Jugar con la cola

Sabe que la única salida de un callejón sin salida es la entrada. Aún así se mete todavía más. ¿Por qué? 1. Le gusta tanto la complicación que ni siquiera se ha planteado una solución tan sencilla 2. Como le da miedo enseñar el culo se siente incapaz de recular. 3. Teme darse la vuelta y ver que nadie le sigue 4. Hay demasiada gente siguiéndole como para dar la vuelta y abrirse paso entre los seguidores. 5. Espera a reunir el valor suficiente para volverse, pero como volverse sería la única manera de reunirlo nunca la da. 6. Es postvanguardista

miércoles, 16 de marzo de 2011

Nudo y desenlace

Esta mañana de vuelta de la playa he abierto la puerta trasera del coche para dejar salir a la perra y ha resultado que no quería bajarse. Nada, no había manera por más que le gritara, le hiciera aspavientos o la amenazara cerrando las puertas y fingiendo irme del garaje. Ni siquiera habrían pasado tres minutos, pero yo ya empezaba a estar desesperado: ¿Qué le pasa? A la desesperación ha seguido el cabreo: ¿Qué coño le pasa?, y a continuación, en una secuencia tan antigua como el hombre, la culpa: ¿Pero por qué no baja? ¿Qué le habré hecho para que me tenga tanto miedo? A final, he decidido arremangarme y meter la mano para cogerla del pescuezo y sacarla a la fuerza del coche. En ese momento me he dado cuenta de que la oscuridad del garaje me impedía ver que el animal tenía la correa puesta y pillada con la manivela para regular la inclinación del asiento. La he desenganchado, he cerrado la puerta y con esa nobleza de la que sólo es capaz un animal irracional me ha seguido como siempre hasta el ascensor.

jueves, 10 de marzo de 2011

Quien calla otorga

Durante la dinastía Ming los funcionarios chinos cosían al paladar la lengua de los bebés destinados a ser artistas. Se presuponía que una lengua inmovil otorgaría a los futuros artistas unas cualidades que luego - por el bien de su arte y la tranquilidad del resto- demostrarían en silencio.