jueves, 27 de diciembre de 2018

Una postal

Apoyo el pie en un banco para atarme un zapato y este parón provoca que se detenga también el pensamiento. La realidad me rodea y me parece rara por la falta de costumbre. De ella forma parte esa pequeña flor que a pocos centímetros del ojo me parece más discernible por ser idéntica a las que hace cincuenta años flaqueaban la rampa de acceso al comedor de mi colegio que por estar en primer plano.




martes, 27 de noviembre de 2018

Llegue a la playa con un sol espléndido y de muy buen humor, Después, a medida que oscurecía, mi humor se fue tornando más y más sombrío. Será lo natural, pero a mí me pareció de lo más robótico.

viernes, 23 de noviembre de 2018

Ni un sólo paso atrás
(salvo en el caso
de salir de la ducha con las ingles
enjabonadas).
Acabo de comerme una empanadilla de algas que compré ayer en la herboristería. Si tuviera a mi madre enfrente lo único que podría aducir en mi defensa es que le he dado un trozo a la perra y no la ha despreciado.

jueves, 15 de noviembre de 2018

La loba y su forma de comunicarme que quiere salir a la calle. Como su silenciosa protesta, que tanto me recuerda a la terca mudez de Bartleby, me parece dirigida contra el universo entero, creo que sacándola contribuyo en algo a que ese mismo universo sea un poquito menos inhóspito.


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lunes, 12 de noviembre de 2018

El caso es que las cacas de la Loba me dan menos asco que las de otros perros. Y no sé si es debido a la irracionalidad del amor o a la fuerza de la costumbre.

sábado, 10 de noviembre de 2018

Terrateniente, padre de trece criaturas, segador de heno, zapatero remendón, jugador, anciano prófugo de su hogar, maestro de escuela, cazador de osos, vegetariano, artillero en el Cáucaso, fundador de una religión... Estoy pensando que con una vida así lo difícil hubiera sido no escribir Guerra y Paz. Y en lo anémicos que estamos.

sábado, 27 de octubre de 2018

Cambio de hora

Este sábado, de dos a tres, podrás rectificar.

domingo, 21 de octubre de 2018

Bodegón
Las ventanillas de los coches cerradas
por conservar el frío.
Los motoristas con el casco
reglamentario puesto.
Excepto el saltimbanqui de las palmas
abiertas hacia el cielo
somos muchos los hermé-
ticamente detenidos en el semáforo.

sábado, 20 de octubre de 2018

Menuda marranada es el otoño

Mientras esperaba a que el conserje me hiciera unas fotocopias estaba yo embelesado contemplando las hojas girar en el porche del instituto cuando, por encima de su lírico susurro. escucho una voz rabiosa, pero bien articulada que dice: "Menuda marranada es el otoño". Era Maruja, la limpiadora, que llegaba en ese momento comentándole en perfecto endecasílabo a su compañera lo mucho que les tocaría barrer.

viernes, 12 de octubre de 2018

¿Por qué la Edad Contemporánea se llama contemporánea, es que cuando vivían los hombres de la Edad Media no estaban en la Edad Contemporánea también? (Jazmín, 3º de Eso)

sábado, 6 de octubre de 2018

He tenido un deja vu con esas florecillas rojas, salpicadas de amarillo, que recién caídas de árbol, alfombraban el alcorque y la acera de alrededor. La Tierra ha dado giro completo alrededor del sol y aquí estoy yo, mirando al suelo como si fuera ayer.

A la de la mesa de al lado le ha caído una hoja en el regazo. A mí me había parecido un envío del cielo, pero ella la apartó y siguió conversando como si lo sucedido no fuera con ella.
Terminamos de leer el Quijote y seguimos con nuestra vida como si tal cosa, en lugar de saltar las bardas del corral y correr a proclamar la impostura de todo y todos.

jueves, 4 de octubre de 2018

Quince años conviviendo pared con pared y hoy, que estaba en el descansillo despidiendo a una visita, me entero de que el vecino se llama Hugo.
Cuando se le quitan muchas capas esta frase de la Pizarnik llega directa al corazón de la cebolla, y al tuyo, y al mío: "Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual, es cierto"

miércoles, 26 de septiembre de 2018

No recuerdo ya lo que estaba diciendo, uno de esos sermones que endoso a mis alumnos al empezar las clases para liberar esa vena retórica que las matemáticas me impiden desarrollar. El caso es que cuando yo estaba más encendido, levanta la mano Jasmin:

"Ignacio, mientras hablas de la vida, ¿Puedo ir a la taquilla?"

domingo, 23 de septiembre de 2018

Buscando en internet coches de más de cien caballos y después sentarme en el sillón a leer los diarios de Tolstoi. Haciendo como si literatura y vida no fuesen lo mismo.

sábado, 15 de septiembre de 2018

En que el tal Willy Toledo no es un delincuente estaremos de acuerdo; y en que es un maleducado espero que también.

domingo, 9 de septiembre de 2018

A partir de cierto punto ya no hay vuelta atrás. Hay que llegar a ese punto.
                                                                                           (Franz Kafka)

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Ella está sola en la mesa de mi izquierda. Al cabo de un rato llega él, mirando el reloj y excusándose. "Por fin te veo", le dice. Y enseguida cada uno se queda absorto en su móvil. Hasta ese momento pensé que se trataba de una cita a ciegas.

domingo, 2 de septiembre de 2018

Tres penachos de hierba, raquíticos
pero reales entre la hierba artificial
que rodea la piscina del polideportivo.
Y arriba, a mi derecha, la ladera tupida
de pinos enanos en cuya cúspide hay un antena
que el viento no mueve. Por mí como si hubiera
un indio apache dando un grito de guerra
que encabrite las aguas y nos despierte
del letargo estival. Pero no cae esa breva,
pues ahora, que el último bañista
abandona el recinto, el agua recupera
su tersura y el socorrista pliega las sombrillas.  


martes, 31 de julio de 2018

Tiempo muerto

No sé si soy un caso único, pero he observado que al llenar de agua la cacerola para los espaguetis siempre rectifico y añado más porque cuando la pongo en el fogón pienso que hay poca. Y no sé si atribuirlo a mi pasión por la dudas, a que inconscientemente descuento el tiempo que paso como un pasmarote con el dedo debajo del grifo esperando a que el agua salga caliente o a una ilusión óptica debida a que en el fregadero hay más luz que en los fogones. Hasta me he planteado tomar medidas (métricas)

lunes, 23 de julio de 2018

Después del último

Las ocho de la tarde. El último bañista abandona la piscina. Cada vez que levanto la vista del libro veo como el agua recupera su prehistórica tersura. Ahora ya puede reflejar el cielo, pienso, cuando la veo ya sólo rizada por la brisa, pero al acercarme al borde sólo alcanzo a ver los azulejos del fondo.

domingo, 22 de julio de 2018

Sobre el castigo


El castigo de Sísifo: cuando llegaba con su piedra a la cumbre de la montaña, ¿podría elegir de qué lado de la pendiente hacerla rodar? Con ese pequeño margen de libertad, el castigo hubiera sido más refinado: al esfuerzo físico y se sumaría el esfuerzo mental de dudar durante todo el ascenso por dónde hacerla rodar.

sábado, 7 de julio de 2018

En la cumbre

Una cuesta abajo sin fin: sensación de estar siempre en lo más alto.

domingo, 24 de junio de 2018

Lo real nos supera

Estaba pensando en el canto de los gallos y de repente ha cantado uno que ha convertido la abstracción en fraude.

jueves, 7 de junio de 2018

Perra presente


La Loba. Lo cínico que me siento cuando le doy una salchicha al marcharme de casa para un rato largo. A eso se le llama descargar la conciencia en una salchicha de Frankfurt. De todas formas, ¿qué entendera ella, tan amante de lo empírico y positivo, de contradicciones humanas?, me digo, descargando por segunda vez mi conciencia en su ausencia de ella.

lunes, 14 de mayo de 2018

Muchas veces al mirar por la ventana tengo la sensación de que lo hago a través del cristal de una pecera, y así debe de ser porque el único lugar en el que respiro a gusto es en la calle.


domingo, 13 de mayo de 2018

Íntegramente malo

El dueño de la ludoteca que han instalado debajo de casa es la viva imagen del siniestro pastelero de "Vidas Cruzadas", ese que llama insistentemente a la casa del niño accidentado para reclamar la deuda del pastel que encargaron para su cumpleaños. El caso es que nunca le saludo y hasta acelero el paso cuando me cruzo con él. Y esta vez tengo motivos, absurdos, pero claros. Mis fobias hacia ciertas personas reales de mi entorno son, por el contrario, más nebulosas y ambivalentes, precisamente porque son menos ficticias.

martes, 8 de mayo de 2018

Entre dientes de león


Durante unos momentos todo el campo visual, y lo que es mejor aún, toda la conciencia ocupada por una mariposa que revoloteaba entre las flores amarillas que esta primavera tapizan el solar. Pero después, al escribirlo, la tentación de la metáfora: esas flores eran dientes de león, y el pensamiento de que la bondad necesita armarse contra las fieras.


lunes, 7 de mayo de 2018

Presente continuo

La serenidad de esos momentos en que mi conciencia coincide exactamente con mi campo visual.

sábado, 28 de abril de 2018

Levantarse de una mesa como quien huye

Levantarte de una mesa en la que no estás a gusto y decir: “me voy”. Andar enérgicamente el primer tramo de acera huyendo de la charla trivial e interminable, Tratar de mantener ese impulso, aunque no sepas adónde ir, hacia algún sitio te llevará.

lunes, 12 de marzo de 2018

Grande Zelarayán

QUINCE MINUTOS DESPUÉS
A Celia, siempre

Estaba ordenando las cosas para salir... 
Y mientras ordenaba mis cosas 
veía al lobo, 
al lobo que fui y no sé si al lobo que seré... 
La palabra "cinzas", una palabra en una canción de Wilson Simonal, 
me atrae... 
Una palabra que no puede traducirse como cenizas, en castellano. 
Una palabra que resplandece como los ojos de los gatos en la oscuridad. 
O los faros de los coches en la ruta pavimentada, 
cuando la noche se hace madrugada 
entre Córdoba y Villa María. 
Salí de mi casa para verte, 
con todas esas cosas en la cabeza... 
lobo aullando junto a la "cinza" resplandeciente... 
ojos de gato en la oscuridad, 
faros de coches sonámbulos que se acercan y se alejan de Córdoba. 
Y llegué quince minutos después... 
No quisiste hablar. 
"Ya se me va a pasar", dijiste. 
Y durante un tiempo largo nos miramos en silencio. 
El plato vacío, 
el tuyo y el mío, 
eran más blancos que nunca. 
Y después vino el pedido. 
¡A llenar el plato! 
¡Tu plato y el mío! 
Y empezaste a hablar... 
¡Y hablamos! 
Después de comer, un paseo. 
El sol no estaba... 
pero en ese momento, qué importancia tenía? 
Yo me sentía un inmenso pancito de azúcar 
rodeado de árboles muy verdes. 
Los trenes que pasaban a lo lejos 
eran un poco tus caricias tímidas, 
tus miradas 
Un perro trataba de jugar al fútbol 
con dos chicos. 
Un avioncito con motor giraba y giraba. 
El paseo, el descanso, era un vuelo. 
Y después el cine.
Un cine de domingo nublado. 
Un cine de madera blanca, 
donde la película, buena y todo, 
al fin y al cabo, fue lo de menos. 
Después salimos. 
Nos bastaban apenas 
unas pocas palabras. 
Y después... 
Después siempre. 
Pero yo recuerdo.

viernes, 9 de marzo de 2018

Propinas


Esta mañana han venido los operarios que han montado el sofá nuevo y se han llevado el antiguo. No es que estuviera yo de mucho humor para propinas, pero tampoco he sido tan mezquino como para no ofrecerles la calderilla que ha aparecido debajo de los asientos.

domingo, 25 de febrero de 2018

Inventario

Ayer, 24 de Febrero, vi : Los ojos de primera fallera del año en la esquina de San Vicente Paul con el Parque de Orriols. Unos ojos que la desvestían del uniforme de fallera humanizándola. Una tórtola que se mantuvo en la punta de un cedro como una estrella de Navidad fuera de temporada. La fuente de la rotonda del parque, un simple chorro de agua en el que antes veía el velo de una novia y hoy era agua sin más. Los rizos de las hojas de las coles tiradas por los campos recién cosechados. Decenas de margaritas por estrenar al borde de la acequia. Hileras de farolas clónicas, que acaban de instalar en el carril de la huerta de Alboraya como un ejército dispuesto a exterminar la penumbra. A su lado, tirados en el suelo, los antiguos postes de madera. ¿Un poste tumbado, deja de ser un poste y se convierte en un palo? Habría que preguntarle eso a la Loba. Monigotes de peatones iluminados de verde y rojo que impiden que la mirada se pierda en el infinito al cruzar las calles. Un camión de la basura haciendo marcha atrás a toda máquina, pero respetando el semáforo que había unos metros más allá. La luz de la luna resistiendo sobre el último solar que queda en el barrio. Todo esto es lo que vi, poca cosa porque el resto del día transcurrió dentro de mi cabeza, y si lo anoto es por salvar un día de entre el montón de días que pasan con más pena que gloria.

viernes, 26 de enero de 2018


¿Qué vas a hacer ahora? Ahora que en la tienda no queda de tu helado favorito, que una llamada de teléfono ha reducido tu agenda a una página en blanco, ahora que intentas asirte a la rutina y ves como las hileras del calendario se tambalean hasta caer por el abismo de cualquier fin de semana.
No pensar. Si te fallan las piernas, beberte el quitaesmalte para salir de casa, aunque sea en ambulancia o en coche fúnebre, si no, caminar por las calles aunque no dejes estela en el asfalto y juegues a la gallina ciega con los puntos cardinales en cada esquina.
Hacer cosas, tener ocupación. Limpiar los cristales cuando llueve, maquillarte para desmaquillarte. Llenar una nevera que siempre se vacía, que nunca tiene lo que necesitas, porque la felicidad no se acumula ni se congela para los tiempos de escasez como el dinero de la huchas o los hielos de la cubitera. Ir a la lavandería porque la ropa no entiende de estados de ánimo, aunque sepas que no puedes echar el corazón en la colada junto con el pijama.
Seguir, porque todo puede pasar y a o mejor un día, domingo, por ejemplo, te sorprendes mirándote al espejo y decidiendo si te afeitas o no si la azul o la rosa, y resulta que te has olvidado de tu helado favorito o de tu antiguo amor.

viernes, 5 de enero de 2018

Año nuevo

Llega un momento en que es mejor aceptar nuestras variadas insuficiencias e ineficacias que desgastarse inútilmente luchando contra ellas. Como diría Dios: zanjando la cuestión: yo soy el que soy. O como diría Bartleby: preferiría no hacerlo. Cuántos desgraciados y sufridores crónicos no habrán creado los libros de autoayuda con sus apelaciones a la superación personal. No es lo mismo no tener miedo que echar mando del coraje para superarlo, lo segundo agota, porque el miedo es infinito.