martes, 23 de abril de 2013

sábado, 13 de abril de 2013

Fumar en crisis

Después del invento de la cuña de papel de plata para fijar la pila de los mandos a distancia que han perdido el muelle, el ocio pascual me ha inspirado un sistema para obtener nicotina sin fumar ni tener que pagar los astronómicos precios de los chicles. El asunto consiste en romper una bolsita de infusiones (esas que siempre acaban caducando en la cocina)  y llenarla de tabaco. Luego se colocan entre la encía y el labio. Yo diría que una bolsa da para unos tres servicios. No lo sé a ciencia cierta porque he vuelto a dejar de fumar. Como la conciencia muerde más que alquitrán, dejo a los exexfumadores el beneficio de mi hallazgo.

martes, 2 de abril de 2013

Si no fuera de mal gusto lo subrayaría todo


EL LIBRO DE LOS GATOS HABILIDOSOS DEL VIEJO POSSUM

"Thomas Stearns Eliot escribió La tierra baldía con el ceño sombríamente fruncido. Y estos jocosos poemas no hacen sino acentúar aún más la cruda y triste temática de sus grandes obras. La broma es, bajo mi punto de vista, la mejor garantía de seriedad, un aval de que esa gravedad deriva del convencimiento y la elección, y no de una limitación psíquica. Es evidente que Eliot no necesita avales ni garantías. Y lo digo por si hay alguien que lleve en mente escribir algo tan serio como La tierra baldía; si es así que se acuerde también de escribir algo tan volátil como este ciclo de poemas sobre gatos. No es necesario que sean gatos; puede escribir sobre perros, vacas, pavos, cárabos, carcoma (aunque sea) o algún pequeño escarabajo. O bien, simplemente de gatos. Después de leer la obra está claro que el tema aún no está agotado. Cada gato es una personalidad, por lo que se convierte en un proyecto literario independiente. Algo que el mismo Eliot sabía perfectamente. Además de eso el gato posee determinados rasgos inequívocamente felinos que tampoco han escapado a la atención del poeta. Presten por favor atención a la cita: "Siempre está en el lado equivocado de la puerta/ y aunque solo hace un momento que salió, ya vuelve a querer entrar. Cualquiera que conozca a los gatos aplaudirá dicha observación. La vida del que tiene un gato se convierte en un constante abrir y cerrar puertas. Con los perros hacemos ejercicio en espacios abiertos. Con los gatos, dentro de casa. En uno u otro caso salimos ganando, porque no hay nada peor para el estómago y el alma que ser víctima de la inercia y el marasmo."
                                                                                      Wislawa Szymborska