sábado, 13 de abril de 2013

Fumar en crisis

Después del invento de la cuña de papel de plata para fijar la pila de los mandos a distancia que han perdido el muelle, el ocio pascual me ha inspirado un sistema para obtener nicotina sin fumar ni tener que pagar los astronómicos precios de los chicles. El asunto consiste en romper una bolsita de infusiones (esas que siempre acaban caducando en la cocina)  y llenarla de tabaco. Luego se colocan entre la encía y el labio. Yo diría que una bolsa da para unos tres servicios. No lo sé a ciencia cierta porque he vuelto a dejar de fumar. Como la conciencia muerde más que alquitrán, dejo a los exexfumadores el beneficio de mi hallazgo.

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