La Loba y cómo se acerca después del juego a que le ponga la correa, la soga. Siempre cede. Algunos dirán que esa pérdida de libertad es humillante. Su dueño no lo ve así: a esa capacidad de obedecer, yo la llamo nobleza. No se puede vivir sin ataduras. Cualquier perro viejo lo sabe.
lunes, 18 de mayo de 2020
domingo, 17 de mayo de 2020
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