jueves, 29 de agosto de 2024

Pax burguesa

La pareja del otro lado de la pared lleva todo el verano discutiendo; la situacion me apena, entre otras cosas porque mina mi confianza en el género humano. Creo que unos golpes en la pared, lo sorpresivo de la situación, les ayudarían a calmarse y reflexionar, pero temo que un acto desinteresado (que no lo será porque tal cosa no existe), sea menos eficaz que aporrear la pared por motivos propios y egoístas: me molestan y perturban mi paz (iba a poner interior, pero como no tengo pondremos burguesa). Vaya, que en ambos casos los medios son los mismos, pero los resultados de una acción, según sean los fines, los carga el diablo. Y además quién soy yo para entrometerme en sus asuntos o sopesar su armonía.