domingo, 3 de octubre de 2010

Quién si no

Esta entrada ha empezado a gestarse en el sofá mientras sesteaba bajo los efectos de la resaca. De repente, porque todos los caminos conducen a Roma, me he desvelado, pensando en Antonio Machado, concretamente en este verso: "Ni está el mañana ni el ayer escrito." Recuerdo el sobresalto que tuve la primera vez que lo capté en toda su hondura y misterio. Es hipnótico, hermoso, esperanzador, sencillo, inapresable y capaz el solito de admitir y expulsar cuantas explicaciones le queramos dar. Grande Don Antonio (pero con los pies pegados al suelo [a diferencia del Nietzsche, por ejemplo] a fin no engañarse ni engañarnos con su estatura). No es por falta de ganas de comentar o jalear, pero mejor me callo.
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La carencia de vicios añade muy poco a la virtud.
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Si cada uno hablase de lo que entiende y de nada más habría un gran silencio que podríamos aprovechar para el estudio.
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Nunca perdáis contacto con el suelo porque sólo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura.
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En política sólo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire; jamás quien pretende que sople el aire donde pone la vela.
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También es el filósofo, digámoslo de pasada, el hombre que no quisiera dar nunca en el blanco sobre el cual dispara y para ello lo pone más allá del alcance de toda escopeta.
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Aprende a dudar y acabarás dudando de tu propia duda; de este modo premia Dios al escéptico y al creyente.
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La zona más rica de nuestras almas, desde luego, la más extensa es aquella que suele estar vedada al conocimiento por nuestro amor propio.
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................................................(A. Machado, Juan de Mairena)

1 comentario:

  1. Empecé a leer el Juan de Mairena contigo. Gracias por habérmelo recordado de nuevo y gracias por tu blog; es esperanzador. Un abrazo.

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