jueves, 19 de mayo de 2011

Democracia real (la ineludible abstención II)

Sigo con atención el movimiento popular espontáneo Democracia Real Ya. Ahora mismo vengo de la concentración en Plaza del Ayuntamiento. He leído su manifiesto y escuchado algunas de las propuestas de la gente allí reunida.




Y sí, simpatizo, y mucho, con las intenciones y también me indigno, pero ni con las buenas intenciones ni con la indignación basta. El infierno está empedrado de ellas. Por eso, una vez más escribo este post para hacer un llamamiento a la abstención. Si se trata de depositar un voto, mejor hacerlo en el lugar apropiado para las deposiciones.




Explicaré, brevemente, puesto que hay otro post titulado “La ineludible abstención” con motivo de las europeas de 2010, cuál es el origen de todo los males que afectan a nuestro sistema partitocrático, es precisamente lo que esos muchachos piden por los micrófonos: LA PROPORCIONALIDAD que crea escaños que no son de nadie salvo del partido a quien se deben los elegidos. Quien elige es el partido, si votas, en todo caso refrendas.




Para ello es indispensable un sistema mayoritario a una o dos vueltas en el que los candidatos, sean de un partido o independientes compitan por cierto distrito electoral pequeño. Quien recibe más votos se lleva el distrito. De esta sencilla manera el elegido representa al ciudadano (también al que no lo ha votado) y no a su partido. Para ello es fundamental que las candidaturas sean uninominales. Todavía recuerdo a la gente haciendo cola en Londres ante las oficinas de sus representantes para plantearles propuestas.




Pero también, puesto que la democracia es soberanía popular y DIVISIÓN DE PODERES, es indispensable:




Un poder judicial independiente elegido por los ciudadanos o por las distintas asociaciones de juristas. No es de recibo que quien debe velar por el cumplimiento de la ley sea elegido por quienes deberían (que tampoco lo hacen, lo hace el ejecutivo en el que se concentra todo el poder) legislar.




Y abundando en la división de poderes:




Elecciones legislativas y presidenciales separadas para evitar que todo el poder esté en manos del ejecutivo como sucede en España. Esto implica naturalmente la derogación de la monarquía y la instauració de una república donde el Jefe del Estado es su presidente elegido por el pueblo.




Reformas que sólo son posibles si una asamblea constituyente elegida por los ciudadanos deroga la actual constitución y redacta una nueva que recoja los puntos mencionados arriba.




Democracia real es soberanía popular y división de poderes ni la una ni la otra existen en España, por ello votar aunque sea en blanco es legitimar un sistema que es herencia directa del franquismo.




Estos requisitos, indispensables para una democracia, naturalmente, pueden perfilarse y desarrollarse, pero ni son opinables ni discutibles ni me los he inventado. Son ciencia o incluso técnica política elemental.

NO CEDAS A LOS BAJOS INSTINTOS. EL DOMINGO SI QUIERES VE A MISA, PERO ABSTENTE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario