Los lápices de colores
Alpino con las puntas afiladísimas tan bien alineados en su estuche. Aquello era tan bonito que estrenarlos era como desvirgar a un ángel. Pero lo hacíamos sin miramientos. Qué inocentes y qué perversos éramos.
No es mi caso. Yo los sacaba de su cajita de carton con sagrada emocion. Y empezaba a pintar como si tronchar la afiladisima punta fuera un mal augurio. El cervatillo sobre fondo verde. La vida royendo los lapiceros de colored. Etcetera
Di con tus menudas reflexiones hace poco asi que no entiendo del todo tu respuesta. Todos somos ciegos. En cierto sentido. Pero supongo que podemos seguir hablando de pintura
En verdad no sé quién eres, y en ese sentido estoy totalmente ciego. La frase iba destinada a M, que siempre pinta los cerros de Úbeda, aunque no haya lápices.
Ah, no importa. Llegue a edte blog por azar y me ha gustado descubrir al poeta que habla con el ciego de pintura. Tambien me gustan algunas de tus reflexiones. No todas, claro esta
Esos lápices sí que los recuerdo. El dibujo no era mi fuerte. En el Instituto le pedí a mi hermano ayuda y también que no se esmerase mucho. Me aseguró que así lo haría. Mi nota de evaluación fue un bochornoso 0. Parece que la profesora tenía muy claro hasta dónde llegaba mi talento artístico. M.
No es mi caso.
ResponderEliminarYo los sacaba de su cajita de carton con sagrada emocion.
Y empezaba a pintar como si tronchar la afiladisima punta fuera un mal augurio.
El cervatillo sobre fondo verde.
La vida royendo los lapiceros de colored.
Etcetera
¿Sabes? hay un libro de Roger Wolfe que se llama: "hablando de pintura con un ciego." Pues eso.
ResponderEliminarDi con tus menudas reflexiones hace poco asi que no entiendo del todo tu respuesta.
ResponderEliminarTodos somos ciegos.
En cierto sentido.
Pero supongo que podemos seguir hablando de pintura
A Roger Wolfe no lo conocia pero a el si lo entiendo
ResponderEliminarEn verdad no sé quién eres, y en ese sentido estoy totalmente ciego. La frase iba destinada a M, que siempre pinta los cerros de Úbeda, aunque no haya lápices.
EliminarAh, no importa. Llegue a edte blog por azar y me ha gustado descubrir al poeta que habla con el ciego de pintura.
ResponderEliminarTambien me gustan algunas de tus reflexiones. No todas, claro esta
Pues bienvenido a este blog, porque nutrirse de lectores azarosos es su vocación. Si exceptuamos a M, claro está.
EliminarY algunas de las respuestas de M, por cierto.
ResponderEliminarMuy frescas.
Esos lápices sí que los recuerdo. El dibujo no era mi fuerte. En el Instituto le pedí a mi hermano ayuda y también que no se esmerase mucho. Me aseguró que así lo haría. Mi nota de evaluación fue un bochornoso 0. Parece que la profesora tenía muy claro hasta dónde llegaba mi talento artístico. M.
ResponderEliminarIgual intento colorear este blog porque los cerros de Úbeda quedan muy lejos de Venecia. M.
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