martes, 23 de julio de 2013

Otra vez Mercadona

Yo no sé si es práctica común levantar un poco la bolsa al pesar la verdura. O comprar plátano de canarias a precio de bananas. Confieso que solía hacerlo. Y hasta me pillaron alguna vez. Miento si digo que lo hacía por ahorrarme unos céntimos o por motivos ideológicos. Era simplemente la pequeña droga que oponía a la rutina de la compra semanal. Otros se lanzan desde un puente los fines de semana, yo me conformaba con comerme un kiwi gratis. Lástima que ahora la empresa haya puesto a disposición de sus víctimas unas bolsas de plástico tupidas y enormes. Arrancas una del montón y sientes la extraña e inconfundible sensación de que la bolsa pesa. Cinco gramos, según compruebo en la báscula. O sea que lo que antes hacía por placer deportivo ahora lo hago para evitar que me roben. Y no hay nada más triste que hacer algo cargado de razones. Aunque sean de peso.

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