domingo, 5 de febrero de 2017

La ciudad y los perros

Acaba de pasar una ambulancia y la Loba, como siempre, se ha puesto a aullar. La primera vez me sorprendió, ahora me admiro de lo inexorable.

2 comentarios:

  1. De los lápices de colores de la infancia a lo inexorable. ¡Qué tremendo,Felipe!

    ResponderEliminar
  2. Otra vez pintando los Cerros de Úbeda, de rosa, para más señas.

    ResponderEliminar