De los lápices de colores de la infancia a lo inexorable. ¡Qué tremendo,Felipe!
Otra vez pintando los Cerros de Úbeda, de rosa, para más señas.
De los lápices de colores de la infancia a lo inexorable. ¡Qué tremendo,Felipe!
ResponderEliminarOtra vez pintando los Cerros de Úbeda, de rosa, para más señas.
ResponderEliminar