viernes, 16 de octubre de 2009

Kavafis

Kavafis, redescubierto estos días, es un escritor que me gusta. Enemigo de la ocultación, viril, austero, moralista, creador de poemas cerrados, certeros y parcos en adjetivos. Ofrezco aquí una versión confeccionada a partir de traducciones inglesas y la excelente versión catalana de Joan Ferraté.

La fuente de este poema está en Plutarco, que en sus Vidas Paralelas cuenta que cuando Octavio, el futuro emperador Cesar Augusto, asediaba Alejandría, el dios Dioniso abandonó la ciudad con su cortejo, dejando a Marco Antonio sin protección.

El dios abandona a Antonio

Cuando, de pronto, a media noche, escuches
un cortejo invisible que se aleja
con músicas insólitas, con gritos
-Tu suerte decidida, tus trabajos
perdidos, todo designio de tu vida
errado- no lo lamentarás inútilmente.
Como quien va dispuesto de antemano,
como un hombre valiente, despide a Alejandría.
Sobre todo, no te mientas diciendo
que era un sueño, que te engañó el oído,
no cedas a tan vanas esperanzas.
Como quien va dispuesto de antemano,
como un hombre valiente a quien
cupo el honor de merecerla, no lo dudes
acude a la ventana escucha y goza
como último deleite, conmovido,
pero sin llanto o queja pusilánime,
los sones exquisitos de la hueste secreta,
y a esta ciudad que pierdes, dile adiós.

1 comentario:

  1. Misterio resuelto (hoy la que tenía curiosidad era yo por recordar cómo encontré el blog).

    Esto fue lo primero que leí, buscando algo más sobre Kavafis. Aunque, como parecerá obvio, yo me quedo con Ítaca y el camino... (En realidad me quedo con Troya, pero eso es otra historia que, como dice Ende, será contada en otra ocasión).

    ResponderEliminar