martes, 28 de enero de 2014

Berlín: vida cotidana

Mientras escribo estas líneas Enrique está trabajando en la Universidad. Cuando acabe de escribirlas, me subiré a cualquier autobús, erraré por un suburbio indeterminado y regresaré a casa. A eso de las seis vendrá Enrique, y trabajará un rato en sus teoremas mientras yo leo. Cuando se canse dará una voz y nos vestiremos para ir a cenar en cualquier restaurante de poca monta. Después, una copa en un garito de esta misma calle con música en directo y antes de medianoche otra vez en casa. Somos un matrimonio tan bien avenido que hasta ahora ninguna alemana nos ha dirigido la palabra

2 comentarios:

  1. Ya será menos, reconócelo...

    Por cierto, vale la pena pagarte un viaje a Berlín si vuelves con estas impagables letras!

    ResponderEliminar